No sirvió ni serviran las marchas del 8M

 Las marchas son movimientos políticos que tienen como fin:

    1.-Convocar a la ciudadanía interesada y afectada directamente por alguna situación política social

    2.-Brindarle al gobierno una evidencia sensitiva y documental, sobre el sentir social para buscar incidir en las decisiones del gobierno, en específico en la gestión e implementación de políticas públicas

    3.-Lograr la escucha positiva e influyente entre los organizadores de la marcha y el gobierno para llegar a acuerdos que den como respuesta, acciones que dignifiquen y/o solucionen el problema causal del descontento ciudadano

Conociendo los fines principales de una marcha política, podemos comprender cual es la importancia de una marcha y más aún de que la marcha tenga objetivos muy bien planeados, en especial el objetivo principal.

Las marchas son desgastantes, tanto para el gobierno, como para las personas que participan en estas, porque no solo representan un gasto económico, sino que también un gasto de tiempo y energías, por lo que este recurso político debe ser utilizado con mucha inteligencia y astucia, pues de lo contrario podría ocasionar efectos contrarios a los propuestos.

En el 2019 surgió de las primeras convocatorias con fuerza y representación ciudadana femenina por el 8M, el día de la mujer.

La marcha se organizó con el objetivo de manifestar la violencia hacia la mujer en la sociedad, en especial por el alza en la taza de los feminicidios.

Bajo ese propósito social, empresas e instituciones públicas se "solidarizaron" y accedieron a que el 8M fuera un día de asueto justificado para las mujeres exclusivamente, esto con el propósito de contribuir a la efectiva gestión de la marcha del 8M, que una de los principales objetivos era sensibilizar a los hombres y a la sociedad sobre la importancia del rol en la mujer en la sociedad y por ello, al haber una ausencia de estás en los espacios laborales, recreativos, hogareños y públicos, los hombres y la sociedad en general se vería obligada a la reflexión y la discusión urgente sobre políticas públicas más empáticas y una conciencia social más empática y receptiva con los aportes que la mujer desempeña.

Pero ¿Qué paso? ¿Qué fallo? o ¿Por qué el objetivo principal quedó en la deriva? 

En el caso mexicano las fallas estuvieron desde la narrativa que no era del todo cierta, pues se manejaba el dato de que la mujer es una población vulnerable al ser minoría, cosa que no es cierta, pues más del 50% de la población en México es de sexo femenino.

Otro argumento que no era del todo cierto era que el alza en la violencia les perjudicaba de forma directa por ser mujeres y que este hecho, las convertía en la principal víctima del "sistema patriarcal", expreso que no es del todo cierto pues de acuerdo una vez más con datos del INEGI de los 30 mil asesinatos promedios que hay un año 4 mil asesinatos pertenecen a mujeres (siendo está la cifra más elevada comparando del 2019 hasta el 2021 (dato más reciente)).

El objetivo de la presentación de estos datos no es minimizar la violencia, sin embargo, la narrativa carecía de datos reales y fuertes que contemplaran un 10% poblacional, no solamente en la categoría de las victimas sino también en la representación social de la cantidad total poblacional de mujeres, teniendo en cuenta que en México hay un aproximado de más de 60 millones de mujeres, y en la marcha del 8M, de acuerdo a datos periodísticos como publimetro.mx y excelcior.com, contabilizaron un aproximado de 75 mil asistentes a la marcha.

Las cifras resultan claves ya que convierten las "opiniones" de desaprobación y falta de sentimiento de representatividad, en hechos reales, pues no llegan a representar la voluntad ni del 10% del total poblacional general de la población femenina del país.

Ahora dejemos de lado las cifras y datos matemáticos y analicemos los datos políticos del movimiento-marcha 8M.

Con base a la teoría de la caja negra de David Easton, el mayor error de la marcha del 8M (y del movimiento feminista mexicano en general), la falta de una demanda especifica por parte de las miembros del feminismo (INPUTS), hacía el ESTADO, lo que trae como consecuencia que las respuestas (políticas públicas (OUTPUTS)) sigan siendo insatisfactorias e insuficientes.

Haciendo efecto de una analogía para simplificar las peticiones de las marchas del 8M, está la siguiente:

    -Va un infante de 6 años a la dulcería y le pide "unos dulces" al despachador, tengamos en cuenta que en la dulcería hay más de 2 mil dulces diferentes, el despachador le dice que sí, pero le pregunta de cuales, y el infante solo se limita a decir que unos dulces, que no sabe cuáles pero que quiere que le de unos dulces, lo que lleva al despachador a brincar al niño en la fila y atiende al otro niño de la fila que si sabe de qué sabor y color quiere sus dulces.

Otro error de la marcha del 8M, es el uso de la marcha y expresión política para el hacer de la violencia y la anarquía, la principal arma para dañar la infraestructura pública, la cultura pública, los símbolos históricos de identidad de la sociedad, lo que no solo destruye los espacios públicos y muebles e inmuebles de privados, sino también la simpatía y tolerancia de la sociedad ante esta manifestación.

La suma de estas acciones nos da como resultado la desensibilicen no solo por parte de la sociedad ante este movimiento político social, también desensibiliza al gobierno en turno, el cual en lugar de construir mesas de dialogo y/o políticas públicas más efectivas, se limitan a apartar presupuesto para la fecha y al día siguiente poder borrar las huellas de esa marcha como si se tratara de cualquier otro carnaval u desfile por el estilo. 

Esto es debido a la falta de un diagnóstico basado en los datos reales que se pueden recabar de las agencias de justicia e investigación policiaca y de información psicológica y psiquiatra de los victimarios, además de los análisis contextuales y físicos de las víctimas, que permitan generar un perfil y una situación contextual y política comprobable.

Culpar al patriarcado de esto es un absurdo y un insulto hacia las víctimas y sus seres queridos, ya que solamente les pintan un culpable imaginario en cual desahogarse y responsabilizar.

Si bien crear la imagen de un enemigo para poder materializarlo y crear identidad es crucial para los movimientos políticos-sociales, "atacar" al patriarcado, tiene el mismo efecto que el de la mamá que le pega al "coco", para que se vaya de bajo de la cama del infante, realmente no hizo nada porque NO EXISTE.

Mientras eso no cambie o mejore, las marchas del 8M no sirven ni servirán, y contrario a lo que se espera, un día terminaran por ser frenadas, no por el gobierno, sino por la misma sociedad que se ve afectada directamente por esto.



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